viernes, 31 de agosto de 2007

Dudas

Siempre al iniciar un camino tenemos toda la fuerza del mundo, pero según vas avanzando, te vas agotando más y más.. muchas veces olvidas aquellas cosas que te motivaron a iniciarlo.. el cansancio te hace olvidar que fue importante al inicio.


Tropiezas.. caes.. te levantas.. sigues adelante, pero empiezas a agotarte. Las dudas del porque seguir empiezan a aglomerarse y se lanzan contra ti sin que puedas detenerlas.. ese desgaste nos hace perdernos.. entre las tinieblas vamos perdiendo el rumbo, vamos perdiéndonos.

Sentí que me perdía, que estaba cansada de dar todo.. una vocecita me decía que quizás no valía la pena, me torturaba con sus palabras y su lógica que cada vez parecía tener más sentido que mis razones. ¿De que sirve tener alas si no puedes volar? ¿Para que tener manos si no puedes tocarla? ¿Qué es un grito, si nadie lo oye? ¿Porqué debo cuidarte y envolverte en mis alas, si es otra persona la que toma tu mano?. Trate de huir mientras sus palabras me lastimaban, pero no podía impedir que nacieran lágrimas en mis ojos, porque me daba cuenta que era cierto.

Caí sin ánimos y me refugie en la soledad. Me empecé a sentir torpe cuidándote, y desee no hacerlo más; trate de alejarme de todo.. pero tu no me dejabas, cuando me sentía lejos, tu me hacías sentir de nuevo cerca.. mientras luchaba por liberar mis alas, tu las sostenías suave pero firmemente. Sentí más ganas de estar lejos, fuera de todo esto que solo me lastimaba, renegaba conmigo misma por haber adquirido un compromiso tan doloroso como era el estar a tu lado.

Hoy deje de luchar contra mi, una luz pura despejo todas las tinieblas que nublaban mis ojos, y esa vocecita desapareció al fin. Fuiste tú, con esa ternura que siempre tratas de ocultar.. recuerdo que me dijiste que podías ser decepcionante; sin embargo ver tu alma desnuda ante mi.. me recuerda porque quise ser tu ángel.

Puedo pensar en muchos motivos para colgar las alas y salir huyendo.. fácilmente me ahorraría mucho problemas, y evitaría escuchar el eco de esa vocecita que aún me lastima. Pero no puedo hacerlo, porque iluminarte es mi trabajo. Y jamás dejare que te pierdas en la oscuridad.